Dos nuevas versiones, depuradas y elegantes, de este icónico modelo celebran el savoir-faire y la excelencia de Jaquet Droz.

¿Qué es lo hermoso? Es ante todo una historia. Desde hace casi trescientos años, Jaquet Droz muestra todas sus facetas. La Marca de las dos estrellas, virtuosa de las artes decorativas y de las complicaciones mecánicas, conserva el sentido de lo esencial: el gusto por la sencillez. Esta sobriedad sofisticada, precursora del «less is more» que tanto gusta a los diseñadores contemporáneos, se impone como una de sus características y uno de sus principios creativos esenciales.

Este principio precisamente ha precedido la realización de las dos novedades Grande Seconde Quantième. Este reloj es reconocido inmediatamente por los conocedores por sus dos esferas descentradas, su majestuoso segundero y su aguja de fecha realzada con un toque de rojo ardiente. La emblemática silueta ahora aparece sobre un fondo de esfera satinado estilo «sol», un acabado que permite captar y difundir los rayos luminosos, creando fascinantes destellos. Se presenta en dos tonos, antracita, con agujas de acero rodiado, y gris, con agujas de acero azulado. Cada versión está disponible en 39 y 43 milímetros de diámetro. Estos Grande Seconde Quantième Satin-Brushed juegan con los efectos de la luz y los volúmenes minuciosamente estudiados de los índices en oro blanco y difunden un resplandor inimitable, que hace juego con el brillo de las nuevas pulseras en piel de aligátor marrón claro y gris pizarra, hechas a mano. La silueta perfilada de los cuernos, el aspecto abombado de los apliques y la redondez del bisel en acero acentúan el espectáculo de esta extraordinaria oda a la sencillez. Por último, el calendario situado sobre un plano inclinado confiere un toque adicional de modernidad a este ejercicio de arquitectura visual.

Además de destacar por su refinamiento ejemplar, los Grande Seconde Quantième Satin-Brushed representan verdaderas proezas relojeras. El calendario, cuya esfera se encuentra a las 6 en este modelo, es una complicación que permite leer la fecha. Para garantizar mayor fiabilidad, la espiral y los cuernos del áncora del movimiento automático han sido elaborados en silicio. Este material, extraordinariamente flexible, insensible a los choques, a las diferencias de temperatura y de presión, y a los campos magnéticos, ofrece una perfecta estabilidad a lo largo del tiempo. Son muy pocas las casas relojeras que dominan las técnicas necesarias para integrarlo en sus guardatiempos. La Marca de las dos estrellas, que ha sabido fusionar la superación tecnológica, la maestría relojera y la perfección estética, presenta con estos Grande Seconde Quantième Satin-Brushed dos nuevos iconos que destacan porque su elegancia y su precisión, clásicas y contemporáneas a la vez, desafían el paso del tiempo.